• Menu

¿Como regatear en Marruecos? Pasos básicos y mi experiencia

Historia de un regateo en el zoco de Marrakech, Marruecos. Para comprar algo bonito hay que negociar el precio hasta donde se pueda.


Regatear es algo que se me da muy mal, pero en Marruecos y en otros países es algo que se hace muy comúnmente y si queremos comprar algo hay que entrar a un “estira y afloje”. Puede llegar a ser chistoso o en el otro extremo puede enojar o aburrir, pero no nos deja indiferente.

Como regatear en Marruecos

Definición de regateo: Acción de regatear el comprador y el vendedor, el precio de una mercancía o un producto.

Regateando en Marruecos

Resulta que durante nuestro viaje a Marrakech tenía en mente la firme intención de compararme una chilaba o djellaba (vestido marroquí), pero obvio no quería gastar mucho, ya que apenas lo iba a usar ahí en Marruecos o en una fiesta de disfraces. En ese momento ignoraba que también lo usaría en Irán.

Mientras camino voy viendo lo que había en los puestos pero sin mostrar interés, por aquello de evitar el acoso. Es gracioso que diga que iba sin mostrar interés, probablemente yo creía que no lo mostraba. Pero a quien engañamos, si esa es una de las cosas que no sé hacer cuando viajo: ocultar mis emociones. En eso llego a un puesto y veo los vestidos *sin emoción según yo* y escojo uno que me mido por encimita.

La pregunta ¿cuánto cuesta?

Ahí es cuando empieza el show. Lanzo la pregunta “¿cuánto cuesta?“, y el vendedor me salió con un precio exorbitante. 

Entonces la “negociación” se dio más o menos así:

Vendedor: este vestido vale 500 dirhams
Charcotripera: ¿qué? ¡uy no está muy caro! <– queja de comprador
Vendedor: bueno a ver ¿qué precio pones? <– el vendedor trata de mostrarse complaciente
Charcotripera: pues… 100 <– dije lo primero que se me ocurrió, total para que pregunta
Vendedor: ¡uy no es muy poco! <– dijo, haciendo gestos exagerados pero graciosos
Charcotripera: mmm entonces 120 <– yo seguía diciendo lo que sea

La contrapropuesta

Y luego él me hacía otra contrapropuesta, hasta sacó una calculadora para que escribiéramos los precios ahí, por aquello de evitar confusiones. Cuando al final llegamos a un acuerdo, 200 ¡OK vendido!

Aquí vino algo insólito:

Ya que había pagado y nos dijimos, ¿mejor me mido el vestido de verdad no?, y aunque tenía ropa encima me lo puse (que de hecho se lleva así) y OH NO me quedaba muy apretado. Entonces la cosa se puso más divertida, porque me trataron de convencer de que escogiera otros. En este punto estaba sorprendida de que no me dijeron “ya pagaste, ya te jodiste”.

El problema, pues, no quería más que ese y no tenían de talla más grande, así que al final al ver que no quería ningún otro. Créanlo o no el vendedor ME DEVOLVIÓ MI DINERO y salimos de la tienda.

Vengan por acá

Ya habíamos caminado unos cuantos metros cuando nos llega el vendedor por detrás y nos dice “vengan por acá” y ¡nos llevó a la tienda de otro de sus compas! Quería que viera los vestidos que tenían allá, ohhh como me dio risa esta situación y porque fue a seguirnos se ve que el hombre no quería dejar escapar la venta (o sea nosotros).

En la tienda del amigo igual, me medí varios vestidos y pues cuando hubo uno que más o menos me convenció pregunte el precio y comenzó de nuevo la danza del regateo:

Charcotripera: ¿a cuánto el vestido?
Vendedor: 500 dirham, es bordado a mano blablabla <– ahora echaban rollo tipo argumentos de venta
Charcotripera: noooooooo es muy caro y no me gusta tanto como el otro. <– tratando de mostrar poco interés
Vendedor: si, pero este es bordado a mano y el otro a máquina <– más argumento de venta
Charcotripera: si, pero, pues me da igual, me gustaba más el otro <– y yo de nuevo tratando de mostrar mi desinterés

Cerrando el trato

Y aquí llega la célebre frase de los vendedores de los zocos

Vendedor: bueno, te lo dejo en un precio democrrrrrratico 300
Charcotripera: no, no, es mucho, y dije otro precio que no recuerdo <–  y yo riéndome por dentro y con cara de enfado (según yo)

Al final quedó en 150, diciendo “ok, ok no problemo” y yo estaba riendo por dentro.

NOTA: las cantidades son solo para ilustrar el regateo, mi memoria no alcanzo a registrar las cantidades exactas de nuestro intercambio.

Total que me llevé el vestido, pero para ser honesta NO FUE UNA GANGA en lo absoluto. Creo que pagué el “precio normal” de una turista. Pero todo el show del regateo fue muy divertido, además el señor era muy chistoso. Eso sí, tengo que decir que es divertido una vez, pero ya luego es muy enfadoso, porque para cualquier cosa, hasta un miserable llavero, que quieras comprar en el zoco, y mira que hay cosas muy bonitas, hay que regatear.

Y todo para que al final de todos modos termines pagan el precio “turista” aaaaaaaaaaaghr

Pasos básicos para regatear en Marruecos:

Recapitulando, los pasos básicos para regatear son:

  1. Ver los artículos, analizarlos, pero sin mostrar interés.
  2. Darse una vuelta y, si ya encontraste un artículo que te gusta, ver los otros que están alrededor. Que el vendedor no se dé cuenta de que ya te gustó uno.
  3. Preguntar el precio, pero sin emoción. Esto hay que hacerlo en varias tiendas para darse una idea de los precios que se practican. Si se puede preguntar a un local para saber cuál es el precio base, mejor.
  4. Al precio que te den, hay que bajarle la mitad o más. Recuerden, si no es negocio para ellos no lo van a aceptar, y ellos están acostumbrados, e incluso desean que haya regateo.
  5. Tener en la mente un precio límite, del cual no vamos a pasar. Porque en el calor del dime y direte se puede uno pasar.
  6. Ten paciencia y trata de divertirte.

Aquí les dejo unas fotos de mí “trofeo de regatear en Marruecos”:

Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.

12 comentarios