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El Jardín de la Menara en Marrakech

Te invitamos a conocer el jardín de la Menara. Te contaremos las truculentas historias que pueden suceder en Marrakech para llegar ahí.


Un nuevo día llegó en Marrakech y nos decidimos a ir al Jardín de la Menara que, según el libro que traíamos con nosotros, el viernes era gratis. Nos fuimos a visitarlo y aquí te contamos lo que pudimos ver a precio 0.

Estaba algo retirado así que nos fuimos a tomar un autobús urbano. Lo malo es que batallamos mucho para encontrar la parada y en una de las caminatas de búsqueda nos llego una situación algo incomoda…

Estafa en Marrakech

Nos abordó un señor que vendía donas (rosquillas). Primero nos saluda y empieza su blabla y le decimos que no queremos comprar nada pero seguía blabla. Cuando menos lo pensamos ya teníamos una dona cada uno en la mano. Según el eran gratis, un regalo. Y ahí llegó la estafa: cuando ya le habíamos dado una mordida ¡nos la cobró! queríamos que le pagáramos 20 dirhams (casi 30 pesos o 2 euros) por las dos donas 😮 ¿qué? al final si pagamos pero no lo que el pedía, le dimos la mitad. O sea 10 dirhams (15 pesos o 1 euro). Grrrrrrr :@ de todos modos ese precio por dos donas es excesivo. Al menos tengo que reconocer que al menos si estaban buenas.

Así que ahí nos queda la enseñanza de Marruecos: no dejar que nadie nos “de” nada. Porque ahí NADIE regala absolutamente nada (a diferencia de Irán donde si nos regalaron sandia), ¡siempre van a quererlo cobrar!

Buscando nuestro camino hacia el Jardín de la Menara

Mientras esperábamos el autobús veíamos el caos de motos, carros, carretas de burros y caballos. Vimos también como batalla la gente para cruzarse. Como, por ejemplo, estas dos señoras:

Cruzando la calle

El autobús se espera frente a la mezquita Kutubia, lo dejo aquí como referencia, es una de las maneras para llegar al jardín de la Menara además de las otras opciones para moverse el Marrakech como taxi, calesa o a pie (toma una media hora).



Después de esperar un montón por fin paso el autobús, estaba llenísimo de gente y como no sabíamos como pedir la bajada, ni tampoco sabíamos exactamente donde era se nos paso la parada y nos bajamos ya muuuuuuuuuy lejos 🙁 tuvimos que caminar un montón para llegar ;-(

Llegando al parque se ven estas banderitas marroquíes

Información para visitar el Jardín de la Menara en Marrakech

¿Cuanto cuesta?
La entrada al pabellón cuesta 20 dirham. El exterior se puede visitar sin pagar.

¿Cuales son los horarios?
De 9:00 AM a 5:00 PM.

El Jardín de la Menara se encuentra inscrito en la lista de patrimonio de la UNESCO desde 1985

Visitando el jardin

Creo que si no hubiera que tenido que caminar casi dos kilómetros para llegar hubiera disfrutado mas del lugar. De hecho se siente uno bastante en paz ahí. Pero en ese momento la sensación de haber hecho un esfuerzo que no valía la pena me invadía y no lo podía evitar.

El pabellón, que se construyó durante la dinastía Saadi en el siglo XVI, es una pequeña construcción coronada con una mini pirámide verde en el techo. De hecho el nombre ‘menara’ viene de esa pirámide. Fue renovado en 1869 por el sultán Abd ar-Rahman ibn Hicham, quien solía hospedarse allí durante el verano.

Según esto en mi libro decía que uno de los poderosos huéspedes del pabellón solía llevar a sus amantes y usaba la gran alberca al lado y ahí era donde las ahogaba después de consumar el acto, por aquello de que no hablaran.

Y oh desilusión SI COBRABAN la entrada (al pabellón) a pesar de ser viernes. La cantidad era pequeña, pero creo que todavía tenía el coraje de la estafa de la rosquilla así que no entramos.

Y cerca del lugar había varios camellos esperando algún turista incauto (bueno ellos no mas bien sus dueños). Con ellos apliqué la regla de que aquí todo lo cobran o lo quieren cobrar pues les tomé fotos de lejos 😉 gracias al super zoom de mi cámara.

Camellos

La estación de tren de Marrakech

No duramos mucho en el lugar, tomamos un taxi chiquito que nos cobro 30 dirhams para llevarnos a la estación de tren. Esta bien, todo se regatea en Marruecos pero estábamos muy cansados para hacerlo. Llegamos a la estación de tren de Marrakech, la primera impresion es que era muy bonita.

Fuimos a comprar los boletos de tren para ir a Casablanca dos días después, nuestro avión de regreso salia de ahí. Había muchos elementos de la estación que nos recordaban a sus homologas francesas, por ejemplo: el tablero de trenes que parten. El siguiente día nos daríamos cuenta que incluso el tren era muy parecido a los trenes regionales franceses. En general la estación era bastante cómoda, limpia ah y eso sí no faltaba su zona para rezar.

Estación de Marrakech

Cerca de la estación nos encontramos con el edificio del teatro real y una conocida cadena de comida rápida. Me llamo la atención ya que el nombre aparecía también en árabe 😀

Teatro y hamburguesas

Chasco a la hora de comer

Saliendo de ahí buscamos un lugar donde comer. Había un restaurante cerca que por fuera no se veía mal, pero cuando entramos HORROR: ¡puros europeos!,¡decoración europea!,¡todo europeo! hasta los precios.

La comida sin chiste, o sea no nos gustó para nada, porque estar ahí, era como si no hubiéramos salido de Francia. Toda la gente que estaba ahí eran turistas pero de esos que visitan un país para seguir comiendo y viendo lo mismo que ven en el suyo propio. Ustedes saben que nosotros no somos ese tipo de turistas, si vamos a un país es para descubrir su comida, cultura, todo. De ahí la decepción de haber desperdiciado el hambre.


Pero después de esa experiencia seguimos disfrutando de la comida y la ciudad de Marrakech, continuaríamos la visita con el Jardin Majorelle en donde vivió Yves Saint Laurent, te invitamos a descubrirlo 😀

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Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.