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¿Cómo llegar a la Catedral de Sal en Zipaquirá?

¿Una catedral a 180 metros de profundidad? Sí, esa es la catedral de sal en Zipaquirá, te contamos como llegar desde Bogotá y que se puede ver al visitarla. Desde ya advierto que es una visita costosa, pero si tienes tiempo y presupuesto dale una oportunidad a esta visita. Acá te daremos algunas razones.

Un poco de historia

La catedral fue concebida, para honrar a los mineros que mostraban una gran devoción religiosa. El lugar que visitamos no fue aquella Catedral que se inauguro en 1953, esta que vemos ahora es nueva y se comenzó a construir en 1991, el arquitecto a cargo del proyecto fue escogido por concurso y finalmente en 1993 se inauguro el lugar que visitamos ahora. Se compone de tres grandes secciones: El Vía-crucis, La Cúpula y las naves. Y si, se llevan a cabo misas en esta iglesia bajo tierra, a 180 metros exactamente.



Datos prácticos de la Catedral de Sal

Horarios: de 9 AM a 5:30 PM (despues de hacer la visita guiada, se puede quedar uno en el recinto todo lo que quiera)

¿Se pueden tomar fotos? Si, todas las que quieran.

Valor entrada catedral de sal Zipaquirá: para los colombianos 49,500 pesos. Y aquí viene el golpe fuerte: precio extranjeros 77,500 pesos. (precios actualizados 2022)

Tengo que admitir que en ese momento estuve a punto de darme la media vuelta y largarme. Yo entiendo que se haga esto de los precios diferentes ya que los ciudadanos del país ya contribuyen a preservar los monumentos con sus impuestos, pero la diferencia era exorbitante y descarada. Prácticamente te hacen sentir como “ah pues si ya viniste hasta acá es que estas nadando en plata”… Fue desagradable.

Cabe mencionar que esta práctica no se lleva a cabo en México, ahí si que no les importa que paguemos impuestos y nos cobran  el mismo precio que los extranjeros. La otra cara de la moneda.

Una vez que tuvimos nuestros boletos en mano nos fuimos a la entrada a esperar a un guía.

¿Cómo llegar a la Catedral de Sal?

Existen varias opciones, ahora si que decidir como llegar a la Catedral de Sal, será tu elección dependiendo en gran parte de la situación que haya ese día y tu presupuesto.

Nota: para las primeras tres opciones revisa, una vez en Bogotá si aún son válidas, debido a la situación cambiante, algunos servicios podrían estar suspendidos

Sólo autobús

Esta opción requiere llegar hasta la Terminal de Transportes de Bogotá, esta se encuentra en la Diagonal 23, sector salitre, una vez ahí hay que buscar los autobuses intermunicipales y buscar el que vaya a Zipaquirá. Toma unas dos horas para llegar. Después toca caminar hacía la catedral, pero en general esta bien señalizado.

Transmilenio y autobús

La otra opción es tomar el Transmileno que lleve hasta el Portal Norte, una vez ahí hay que buscar el modulo de Intermunicipales con rumbo a Zipaquirá. El recorrido en este caso toma menos, unos 45 minutos, pero claro hay que agregarle el tiempo de llegar a el Portal Norte.

En ambos casos, pregunten al chófer al abordar si los puede dejar bajar lo más cercano posible a la Catedral, ya que si vemos el mapa, entre la terminal y la catedral hay casi 2 kilómetros de distancia.

Tren turístico

La otra opción es tomar el tren turístico, que al parecer es pintoresco ya que se trata de trenes a vapor, para nosotros esta no era una opción viable ya que funciona solo los sábados, domingos y festivos. Pero es otra posibilidad de transporte y si te toca visitar Zipaquirá en fin de semana, ya sabrás como llegar a la Catedral de Sal en tren.

El tren en Bogotá, se toma tanto en las estaciones de la Sabana o Usaquén, tienes que buscarlas en el mapa para ver cual es la que te queda más conveniente. Hay dos salidas en la mañana y una de regreso de Zipaquirá en la tarde, consulta los horarios en el sitio de turistren. El precio por adulto son 63,000 pesos colombianos.

Se puede pactar con un taxi

Básicamente la idea es que tengan pactado con un taxi que los lleve, los espere en Zipaquirá y los traiga de vuelta a Bogotá. Eso sí, tienen que acordar muy bien el precio desde el inicio para que no les pase como a nosotros, al final de este artículo te cuento lo que nos sucedió para que no te dejes estafar.

Quitando el punto de los intentos de estafa, es una opción bastante comoda, pero puede ser muy cara y no incluye nada más que el transporte.

Contratando una excursión

Otra manera, pero que ya incluye más cosas además del transporte es reservar una excursión a la Catedral de Sal eso sí, asegúrate de tener claro que es lo que esta incluido para que no te lleves sorpresas.

Manejando tu mismo

Claro esta, otra opción de como llegar a la Catedral de Sal es, si tienes auto y te sientes de manejar hasta allá. Toma la Autopista Norte pasando el Portal del Norte de Transmilenio, para tener las instrucciones más detalladas de que peajes y salidas tomar, usa un servicio como Google Maps, que tomará en cuenta los posibles trabajos o embotellamientos que haya en ese momento 🙂

Llegando a la Catedral de Sal de Zipaquirá

Un nuevo día en Colombia, queríamos ir a la Catedral de Sal y ¿cómo pensábamos llegar hasta allá? de la manera económica: o sea con transporte público. Pero una interminable lluvia estaba cayendo, así que decidimos bajar a la recepción del hotel para ver que “otras opciones” había, por suerte si tenían alternativas.

Así que nos tocaría ir a Zipaquirá con un taxi que nos llevaba, esperaba y traería de vuelta por una cantidad fija ya pactada con el hotel (les debo el precio, que no encuentro mis notas. Pero era caro, caro). La desventaja de esto es que no tendríamos la libertad de tiempo que hubiéramos querido tener.

El taxi nos llevó a Zipaquirá, pasamos por campos verdes con vaquitas (aunque no había mucha sorpresa, esa área era verde, verde).

Pasamos también por los peajes donde aprendimos una curiosidad de las autopistas Colombianas: las motocicletas no pagan peaje. Así como lo leen. Tienen un carril especial por el que pasan sin siquiera detenerse y si entendí bien es así en todo el país. Eso es algo que no sucede ni en México y mucho menos en las carreteras de Francia.

Al llegar al pueblo vemos restaurantes que muestran la comida tal y como nos la describió Marta en los Llanos Orientales de Año Nuevo.

Allá vamos
Allá vamos

Nuestra visita a la catedral de sal

La primera parte de la visita se hace con un guía que nos va llevando por los diferentes lugares de la catedral. El grupo era algo grande y se dificultaba tomar fotos, la guía nos dijo que no nos preocupáramos ya que después de la visita guiada seríamos libres para deambular por el recinto y tomar todas las fotos que quisiéramos.

Mapa de la catedral de sal
Mapa del area

El Vía crucis

En la primera etapa del recorrido nos lleva por varias estaciones que representan el vía-crucis, esta etapa dura un buen rato ya que en cada estación nos va explicando el por qué de los motivos utilizados así como otras curiosidades del lugar. Tengo que admitir que en la primera parte comenzaba a sentir algo de desilusión ya que no le encontraba el encanto al lugar, creo que lo de haber pagado boleto extranjero y el hecho de estar en un grupo grande siguiendo al guía no ayudo.

Cruz catedral de sal
Cruz del viacrucis

La Ruta del minero

En el camino nos hablaron que existía la “ruta del minero” que es un boleto extra en el cual los visitantes agarran instrumentos y se convierten en mineros por un ratito. No tomamos esta opción ya que no había tiempo y con la claustrofobia que tengo tal vez no hubiera aguantado.

La enorme cruz

Después de recorrer las estaciones del vía-crucis llegamos a una sala enorme con una cruz igual de enorme. El juego de luces era muy bonito y la guía nos pregunto que si cuanto pensábamos que pesaba la cruz, varios números se escucharon todo para caer en cuenta que no pesaba nada. Así es, la cruz esta dibujada en la piedra y ese hueco se llena de luz y eso da la ilusión. Al llegar a este punto comencé a decirme que puede ser que valió la pena todo el esfuerzo para llegar hasta ahí.

Cruz catedral de sal
La gran cruz

En los alrededores de la gran sala principal entramos a otras naves mas pequeñas, una de ellas con un cristo que al tomarle la foto por estar detrás de un cristal daba la ilusión de ser dos debido al reflejo. En el camino nos explicaron un poco sobre Mi Sal que es la marca con la que se vende la sal sacada de la mina (que si, aun se le saca sal no es solo atracción turística).

Vimos un nacimiento, una virgen de Guadalupe, una “cascada” de sal, así como estatuas representando pasajes de la biblia. Una vez que recorrimos todo esto llevamos a la animada zona comercial… no espera, ¿leí bien? una zona comercial bajo tierra, claro, leíste bien. En la Catedral de Sal se tiene una gran zona comercial que vende diversos souvenirs, esmeraldas, tienen una sala de proyección para la película 3D incluida en el boleto, una cafetería y otra sala para el show de luces. Ah y lo olvidaba, también hay baños. Todo lo necesario para que pases el día bajo tierra 🙂

Carcel de ladrones de esmeraldas

Las esmeraldas

Cuando nos llegó el momento del tiempo libre, empecé a ver las esmeraldas sin pensar en llevarme nada. Pero no pude, caí, después de mucho pensarlo me llevé unos lindos aretes de esmeralda.

Esmeraldas
Esmeraldas (las que compre no salen en la foto)

Después de comprar esmeraldas y otros souvenirs, nos fuimos a tomar un café y empanadas en el café a 180 metros bajo tierra.

Y ahora sí, con calma volvimos a las naves para tomar fotos. A la que mas quería fotografiar era la gran cruz 😀 ahora sí tenía todo el tiempo del mundo, esperen, no tanto, teníamos una hora pactada con el taxista y no queríamos pasarnos de ahí para que no nos cobrara de mas. Ni modo, aun así pudimos aprovechar para hacer bastantes fotos.

Y la película 3D nos la perdimos por estar tomando fotos, pero al menos el show de luces no. Es relajante sentarse y ver hacia el techo.

Y pues ni modo, después del show salimos del lugar y llamamos al taxista. Al final salimos bien contentos del lugar y hasta melancólicos por no podernos quedar mas tiempo. Eso sí, no nos queríamos ir sin dar una vuelta rápida por el pueblo.

Pequeño recorrido por Zipaquirá

El taxista nos dio una vuelta por el pueblo, vimos la iglesia, la estación de tren y sus apacibles calles lamentándonos un poco de no poder tener libertad de caminar por ellas. El hombre todavia nos preguntaba si queríamos comer algo… ¿pero como? si nos quedábamos a comer nos íbamos a pasar de la hora pactada. Luego entendí por que.

¡No se dejen estafar!

Para llegar a Bogotá nos tocó pasar por un gran embotellamiento, pero, aun así, llegamos a la hora pactada. Solo que el taxista muy “inteligente” nos dijo que no, que la tarifa era por el trayecto de ida, la espera allá, pero que el trayecto de venida ya salía del precio y pues nos quería cobrar más.

Yo le dije que entonces si la cosa era así se tenía que poner entonces de acuerdo con el hotel, ya que ellos nos habían dicho que la tarifa incluía ida, espera y VUELTA. No lo acuse de nada (aunque era obvio que nos quería ver la cara de tontos), más bien se lo dije en tono “pues ustedes pónganse de acuerdo”, tal parece que eso fue suficiente, puesto que vio que si sabíamos lo que habíamos contratado y nos cobró solo lo pactado con el hotel.

Lo de siempre, no hay que dejarse…

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Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 17 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.

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