Tour de la JSA desde Corea del Sur, te contamos como sucedió la visita y las cosas que puedes esperar ver al realizarla.
Si te encuentras en Corea del Sur y estás buscando hacer algo que no verás en ninguna parte del mundo, ¿por qué no visitar la JSA?, es un lugar lleno de historia y definitivamente vale la pena visitarlo. Aquí te contamos cómo visitarlo y que pudimos ver, para que aproveches al máximo tu visita.
Siendo una fronteriza, tengo una especial debilidad por estos lugares que dividen países y territorios. Sabemos que lo ideal es que no existiera ninguna frontera, pero ni modo ahí están y el vivir cerca de una cambia totalmente la dinámica de una ciudad (e incluso la mentalidad de los habitantes).
Pero esta vez nos aventuramos a una frontera por la que es imposible cruzar, ya que está totalmente militarizada. Nos referimos a la frontera que divide a Corea del Norte y Corea del Sur, los cuales, se nos olvida, siguen en guerra oficialmente. Una frontera donde reina una frágil tranquilidad que más bien disfraza la tensión en la que viven los soldados esperando a que un día a alguien se le ocurra abrir fuego.
Ese fue el escenario de la visita de esta frontera, ese fue nuestro tour de la JSA de Corea (joint security area) la cual se encuentra ubicada en Panmunjom. Les contaré cómo fue nuestra visita desde el lado de Corea del Sur (o la República de Corea). Nuestro amigo Jordi del blog Mil Viatges nos contará cómo es la visita desde el lado norte.

El Tour de la JSA en Corea
Para poder visitar la JSA hay que contratar un tour con antelación, en nuestro caso era un tour de varias zonas de la DMZ, íbamos en un autobús con guía. Del resto del tour hablaremos más adelante, aquí nos centraremos en la visita estrella (al menos era la más esperada para mí) que fue la visita a lo que llame las “casitas azules” que podemos ver en la JSA.
Al realizar el tour, nuestro autobús se detiene al llegar a la zona militarizada (nunca entendí realmente por qué se llama “desmilitarizada” pero esa es otra historia). Se sube un militar estadounidense y aquí es donde te quedas pensando “¿estadounidense?, ¡pero si estamos en Corea del Sur!“, eso se aclararía más tarde durante la visita. Durante el trayecto nos da consignas y nos pide que no tomemos fotos (qué dolor, pero ni modo), que él nos dirá donde y cuando podemos usar nuestras cámaras.
Llegamos a una zona donde nos bajamos del autobús y solo podemos llevar nuestra cámara con nosotros, hay que calcular muy bien si tenemos frío o no, ya que si llevamos la chamarra tenemos que dejarla puesta durante toda la visita de la JSA.

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Antes de empezar la visita: vídeo y firma
Nos dirigimos a un primer edificio donde se pueden usar los baños, después entramos a una sala audiovisual en donde antes que nada nos distribuyen unas hojas que hay que firmar. En ellas básicamente dice que esta visita la hacemos bajo nuestro propio riesgo y que estamos conscientes de que en cualquier momento se puede abrir fuego y podemos salir heridos o muertos y que es nuestra responsabilidad. Y pues uno con tanto esfuerzo que paso para llegar ahí que más podía hacer, pues firme.
Después empieza el vídeo y en él explica el conflicto, explica los países que están implicados del lado Surcoreano (y ahí sale Estados Unidos). Luego empiezan a hablar de ciertos aspectos como los líderes de Corea del Norte y el pueblo que está justo después de la zona de la JSA llamado Gijungdong al cual apodan la “propaganda village”, ya que nos cuentan que los norcoreanos han puesto edificios que ni se usan y que lo hacen solo para mostrar a los del sur lo bien que están. En ese momento pensé que como me hubiera gustado ver el vídeo que les muestran a los que hacen el tour del lado norte. Que de seguro ha de ser algo parecido pero al revés. Pero esas eran solo suposiciones mías.



El camino hacia las “casitas azules”
Al salir de la sala audiovisual teníamos que subirnos a un autobús diferente al nuestro, la razón: había unos vehículos de las “United Nations” que eran los únicos autorizados a circular por la zona a la que nos íbamos a aventurar. Nuestro soldado guía estadounidense iba siempre con nosotros y en el trayecto no podíamos tomar fotos, ni modo, habría que esperar un poco más.

Frente a Corea del Norte
Llegamos a la zona que podríamos llamar la “más difícil” del lugar. Estaríamos frente a los soldados norcoreanos. Al bajarnos del autobús teníamos que hacer dos filas, y entrabamos en total orden y silencio. Teníamos que respetar al pie de la letra las consignas que ya nos habían dado, una muy importante: no establecer contacto visual con los soldados norcoreanos y no hablarles. En ese momento me hubiera gustado saber cuáles serian las consignas que darían del lado norte, tal vez les prohibirían de no voltear a ver a los soldados surcoreanos o a los de la coalición.

Seguimos caminando en fila y de repente estamos ahí, frente a Corea del Norte, podemos ver las casitas azules que están en el medio de las dos coreas y frente a nosotros tenemos un edificio gris el cual ya pertenece al lado norte.
Mientras nuestro soldado guía nos sigue explicando cosas y hace tiempo para que podamos entrar nosotros podemos tomar fotos y vaya que aprovecho para tomar todas las fotos que pueda, quiero capturar ese instante, un instante en el que todo aparenta estar muy tranquilo, pero a la vez tienes soldados que se miran de frente y se les ve en la cara la intención de actuar si el otro hace algo. Un momento raro, diferente, pero muy emocionante a la vez.




Entrando en las casitas azules
Entrar y salir de los edificios azules fue como un cometa, dura muy poquito, solo el tiempo de que el soldado guía de unas cuantas explicaciones, tomar unas fotos y para fuera. Algunas cosas curiosas que vimos fue que:
- Las mesas tienen unos micrófonos, nos dijeron que estos están grabando continuamente así que si decíamos algo iba a quedar grabado ahí.
- En el edificio hay soldados de Corea del Sur en posición de guardia con los que es posible tomarse la foto. El dato curioso fue que cuando me puse al lado del soldado al principio pensé que era un maniquí, se veía tan rígido, pero no, era una persona.
- En las ventanas se podía ver a los soldados de Corea del Norte que se asomaban descaradamente para vernos y, eso nos lo dijo alguien que yo no lo alcance a ver, nos tomaron fotos. El soldado guía nos dijo que probablemente nos confundieron con un grupo VIP que iba a visitar el edificio ese mismo día.
- Por unos segundos pudimos pisar Corea del Norte, ya que los edificios están justo entre las dos Coreas.





Así que rápidamente salimos de los edificios azules. El clímax del surrealismo fue salir (en ese momento ya no podía tomar fotos, pero quedo grabado en mi cabeza) y ver que del lado norte un grupo de turistas esperaba para entrar al mismo edificio que habíamos dejado. Turistas por acá y por allá.
Saliendo de la zona más conflictiva
Salimos de la zona en la que se ven frente a frente los soldados, pero antes de terminar el tour de la JSA nos llevaron a un mirador desde el cual se podía observar la bandera de Corea del Norte, lo cual indicaba que ahí se encontraba el pueblo de Gijungdong (mejor conocido como la “propaganda village”). También pasamos frente al puente de no retorno y nos dejaron tomarle fotos. Este puente fue usado para realizar intercambio de prisioneros después del armisticio de 1953 y lleva ese nombre porque a soldados capturados por Corea del Sur se les dio la opción de volver a su país o quedarse en el Sur. Si decidían volver al norte cruzaban el puente, pero nunca más podrían volver.


Y para terminar la visita de la zona más bélica de Corea del Sur:
Museo y tienda de souvenirs
Creo que este fue uno de los puntos que más me sorprendió, todo me esperaba menos encontrarme con una tienda de souvenirs en un lugar tan bélico y tan serio. Así que ya saben, se pueden llevar su llavero o un imán de la DMZ comprados directamente ahí. Nosotros nos llevamos un imán y unas monedas de Corea del Norte.
Además, el lugar cuenta con un museo, pero he de ser sincera del museo, lo que más me llamo la atención es que había ¡una caja para tomarse fotos!, sí, podías llevarte la foto del recuerdo tuya con alguno de los escenarios de la DMZ de fondo. ¡Y todo esto completamente gratis!



Esta fue nuestra visita a la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte, como ya habrán leído muero de curiosidad por saber cómo es la misma visita pero del otro lado.
Mientras eso sucede, les invito a leer el relato de Jordi del blog Mil Viatges sobre su visita a la JSA del lado de Corea del Norte.
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Bueno, al parecer fue una visita mas de aventura que otra cosa, jajajaja. Pero tengo una pregunta, se sabe muy poco de este país y ademas es muy cierto que el gobierno prohíbe hablar a su gente con los foráneos. Es del todo cierto esto? o es que pudiste entablar algún tipo de interacción con alguien mas que no sean los militares y los guías.
Quien no se asustaría si apenas al entrar te hacen firmar cosas asi
Verdad que si? XD a veces pienso que fui una paranoica pero luego cuando recuerdo las palabras de ese papel pienso que no lo fui tanto. Al menos se logro la visita sin problemas 😉
Saludos!
excelente relato, gracias por compartirnos estas experiencias inolvidables de viaje
Gracias a ti Lizet por leernos 😉
[…] crossed the border hottest in the world, in South Korea by the hand of Charcotrip that teach us the border zone between the two Koreas and the requirements […]
[…] la frontera más caliente del mundo, en Corea del Sur de la mano de Charcotrip que nos enseñan la zona fronteriza entre las dos Coreas y los requisitos […]
He entrado por el post de Jordi. Qué genial la idea de mostrarnos cómo es la frontera de Corea desde dos puntos de vista. Respecto a la visita, parece que os llevan a un ballet, todo coreografiado y medido… Seguro que es de esos rincones que no se olvidan
Un abrazo.
Totalmente medido, no se puede dar ningun paso en falso… viendo a tantos soldados armados no dan ganas 😮
Gracias por darte una vuelta por aca 😉 ahora ya tienes la vision completa de la frontera de las dos Coreas
Tiene que ser una visita muy intensa! Eso de que te hagan firmar un papel de “bajo tu responsabilidad…” no mola mucho y que solo puedas llegar contratando un tour me resulta curioso!
Pero como en todas las visitas turísticas no deja de haber una tienda de souvenirs!!!
Pero es que es increíble! es un lugar militar!! la carta firmando “bajo mi responsabilidad” y el hecho de que fuera en tour a fuerza todo eso era de esperarse al ser un lugar tan restringido. Pero la tienda de souvenirs fue un shock hahaha XD
Saludos!
Wow!!, que envidia!, ese es uno de los viajes que más ganas tengo de hacer visitar las 2 Coreas, aunque la que más me llama la atención es Corea del Norte… quizás por aquello de ser una dictadura…
Saludos
Antonio – cyfuss
Normal 🙂 es que Corea del Norte es como el sabor de lo prohibido que nos atrae hahaha asi que me uno a ti en la envidia colectiva hacia Jordi 🙂 (pero ya nos tocara ir, ya veras!)
Por cierto, el hermano de una de mis mejores amigas tuvo que hacer el servicio militar en la frontera, y dice que fue un infierno… No me lo puedo imaginar!
En cual frontera lo hizo? en la de Corea?
Por que olvide mencionar el dato de que no solo hay soldados de Estados Unidos, los hay de cada pais de la coalicion, nosotros vimos soldados Suizos. Y es que todo mundo cree que son solo Estadounidenses ahi con los Coreanos.
Saludos!
Asusta bastante el tema! Es que eso de ‘pueden abrir fuego y puedes salir herido muerto’ no anima mucho a ir. Más allá de eso, es el tema de las restricciones que me tira para atrás (y lo del itinerario marcado e inamovible)… Pero al mismo tiempo, me muero de curiosidad!
Es que es eso, uno sabe que hay peligro… pero queremos ir!!! 🙂 que cosas no? en nuestro caso el itinerario era estricto y cerrado solo para la DMZ pero para todo el resto de Corea del Sur por libre totalmente. En cambio en el caso de Jordi si que fue totalmente estricto!
Pues menuda aventura. Casi que tanta o más que desd el norte! La verdad es que a nosotros no nos hicieron firmar ningún papelito de “bajo vuestra responsabilidad”. Me ha hecho gracia esto de la “Ciudad de la Propaganda”. Hubiera estado bien poderla visitar desde el norte, pero no nos llevaron. Una pena!
En fin, que desde el norte per ha quedado pendiente entrar en las casitas azules de la JSA que tu sí pudiste. Tendre que visitar el sur para hacerlo!
Un abrazo Olga!
Que lastima!!!! a mi me hubiera gustado tambien que te hubieran llevado para ver si era cierto lo que decian en el Sur 🙂
[…] dejo ahora con el relato de Olga, que en su blog Charcotrip nos explicará como sucede la visita a la Zona Desmilitarizada de Corea, desde el […]