Visita a la ciudad de Suwon y a la Fortaleza Hwaseong. Cercana a Seúl, tiene una de las joyas del patrimonio de la UNESCO del país.
Estando en Seúl nos pareció casi inevitable darnos una vuelta por la vecina Suwon, ya que en esta ciudad se puede visitar la gran fortaleza Hwaseong, que forma parte del patrimonio de la UNESCO. Eso sí, esta visita hay que ganársela con mucho esfuerzo (y no hablo del precio del boleto de entrada).
Información para Visitar el la fortaleza Hwaseong de Suwon
¿Cuanto cuesta?
1000 Won
¿Se pueden tomar fotos?
Sí
La fortaleza Hwaseong forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997.

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¿Como llegar a Suwon desde Seúl?
Para llegar desde Seúl es bastante fácil, hay que fijarse en el mapa del metro hay una linea que llega directamente hasta Suwon. Eso si, cuando llegue el tren fíjense cual es la que pasa por Suwon ya que hay dos ramas en el mismo tren, así que puede pasar uno que se termine antes o que se vaya en otra dirección.



¿Qué se puede ver en la Fortaleza Hwaseong de Suwon?
Para llegar a la fortaleza desde la estación de metro, fuimos caminando. No fue la decisión mas acertada, ya que al final nos dimos cuenta de que estaba algo lejos, ni modo, cuando vimos el Paldalmun nos dimos cuenta de que ya estábamos ahí, solo había que girar a la izquierda y teníamos la taquilla.
La taquilla y la gran escalera que nos esperaba, la teníamos que sufrir antes de poder caminar por la fortaleza y admirar el lugar.


Primero hay que subir…
Para poder disfrutar de la fortaleza, primero hay que sufrir, ya que hay que subir un interminable numero de escalones. No los conté, pero eran tantos que así me parecían. Apenas llegar a la taquilla se ve la larga escalera (cuando vean la foto entenderán).
Al pagar nos dan los boletos y unas calcomanías que hay que pegarnos para que nos identifiquen como que ya pagamos. Mientras hacia eso yo veía y veía la escalera enorme, y me decía que no iba a poder. Pero ni modo, ya estábamos ahí, no iba a dejar pasar la oportunidad de visitar la Fortaleza Hwaseong que tan famosa hace a la ciudad de Suwon.
Ahí vamos.



Y al llegar a la cima estaba extenuada. Ya sé, yo no soy una referencia ya que mi condición física no es atlética.
Al subir lo primero que vimos fue un puesto de vigilancia, en el se pueden apreciar los agujeros en la pared que me recordaron a los que vimos en Aigues Mortes que sirven tanto para vigilar como para disparar.
Caminando por la fortaleza, nos encontramos con la campana
Seguimos caminando, rápidamente nos encontramos con la campana Hyowon. Y vemos que esta ahí el artefacto para hacerla sonar, pero ah, esperen hay que pagar para hacerla sonar. La verdad es que a mi no me interesaba hacerla sonar yo misma, mas bien quería ver a los “guardias” hacerlo.
Cuando vi que un hombre ataviado de un traje tradicional se acercó a la taquilla que estaba justo al lado pensé “ya, va a tocar” pero nada, nos fijamos en unos horarios que estaban escritos en la campana y esperamos un rato (de todos modos necesitaba recuperar el aliento después de las escaleras) y nada. Nunca llegó nadie a tocar la campana. Así que me quedé con ganas de escucharla sonar.
Para los que quieran saber, el precio por tocar la campana son 1000 Won.



Los pabellones y gente agradable
Y seguimos caminando, lindas flores y un ambiente agradable inundaban el lugar. Veíamos gente que hacia ejercicio, otros que se encontraban con sus amigos para platicar. Mientras nos detuvimos un momento llegó un señor coreano y nos empezó a hablar, muy simpático, nos pregunto de donde eramos cuando le dijimos se asombró de que viniéramos de tan lejos y nos preguntó, aun con mas asombro, que si que hacíamos en Corea. Le contestamos que estábamos de vacaciones acá, que teníamos mucho interés en conocer su país y que había muchas cosas lindas. No salia de su asombro.
Me recordó el mal de todos los locales que siempre decimos que “no hay nada que ver” en nuestros lugares.
En un momento en que vimos que tan alto estábamos, cuando nos encontramos con el mirador ¡todo se veía tan chiquito! todo eso era lo que habíamos subido. Seguimos nuestro camino y llegamos a una zona con pabellones y una torre de arquería (Seonodae), ahí estaba el señor simpático con el que habíamos hablado unos minutos antes junto con otros amigos suyos.







Comenzamos a bajar
Y así como subimos, había que bajar. Las escaleras interminables de nuevo, el esfuerzo respiratorio era menos pero las rodillas sufrieron mas en la bajada que en la subida. Esta vez nos detuvimos a la mitad del camino, donde se puede tomar el trenecito turístico que ¡tiene forma de dragón! si mal no recuerdo el recorrido en tren costaba 1500 Won, pero preferíamos caminar. Eso sí, nos sentamos en una banca a recobrar el aliento de nuevo. Aprovechamos que había una fuente de agua (también con forma de dragón) y algunas maquinas expendedoras.



El gran Buda
Había un área del lugar en la que se encontraba un gran Buda dorado, nos fuimos cautelosamente a observarlo. No había nadie. Siendo así, pudimos quedarnos un rato observándolo y parecía que nos saludaba. Y admirando también los farolitos de colores que ya habíamos visto en días anteriores en Seúl. Además, nos encontramos de nuevo con lindas azaleas y un gatito que nos ignoraba por completo, mientras se dejaba tomar cuanta foto quisiéramos.






Y al terminar de bajar, divisamos el pabellón en el que nos encontrábamos minutos antes, se veía bastante lejos desde abajo. Una vez abajo, el plan era visitar el Palacio Hwaseong Haenggung, donde nos encontramos varias representaciones de la vida en esos recintos, con maniquíes, y gente real, mostrando trajes tradicionales.

Imágenes de la vida común en Suwon
Ya saben, que me gusta traerles un pedacito de las cosas “comunes y corrientes” que vemos en los lugares. Aquí algunas muestras de lo que vimos en Suwon.
En orden de aparición tenemos el letrero para indicar los toilets, aquí no hay mucha diferencia a lo que estamos acostumbrados (con los dibujos y la palabra TOILET es mas que claro). Luego tenemos una calle de Suwon, una bastante concurrida ya que es la calle que vemos justo saliendo de la estación principal. Al caminar por la ciudad, nos encontramos con ¡una carroza fúnebre! primero dudé de que cosa era pero luego ya me quedó claro lo que era.
Las estatuas con traje tradicional, las vimos justo antes de girar para ir a la taquilla de la fortaleza. Me llamaron la atención. En alguna parte de la ciudad, me encontré con un cartel de policía “cute” algo que en otros países seria difícil de imaginar. Y por supuesto, no podía faltar la foto de la alcantarilla de Suwon.
Ya para terminar les mostramos cuales son los cortes de pelo que están de moda en Corea, de hecho el corte que mas vi fue el de enmedio de las fotos de los maniquies. ¡Todas al estilo Vila de ScoobyDo! Y la ultima es una bebida de, ¿adivinan que cosa? Es de Aloe Vera. ¡Estaba bastante buena!








¿Quieres saber que otras cosas se pueden visitar en Seúl? mira nuestros artículos sobre lugares de Seúl
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[…] de Hwaseong – Revisado por Florencio Moreno – Revisado por Jordi Martínez – Revisado por Olga Grijalva 2000 – Sitios de dólmenes de Gochang, Hwasun y Ganghwa 2000 – Zonas históricas de […]
jajjaa Olga, que buen humor destilas siempre en tus post!!! Menuda subida, menos mal que el esfurzo mereció la pena.
Me encanta la recopilación final sobre los “top ten” de la vida cotidiana. Por cierto, a qué sabe la Aloe Vera? 🙂
buenos datos, si decidimos ir a Corea, te tenemos de referencia seguro!
Eva y Carmelo
El Aloe Vera no tenia un sabor desagradable, al menos eso recuerdo 🙂 y refresca bastante (perfecto para una subida asi hahaha)
saludos!
Y la sensación de subir tantos escalones y cuando llegas arriba pensar lo tanto que merecía la pena? Es genial!!
Vaya yo llevo fatal lo de subir tantos escalones, menos mal que mereció la pena. Estas subidas me recuerdan algo a la subida a la muralla china, por el sufrimiento más que nada
Justo ahora estoy viendo Callejeros Viajeros Seúl 😀 Me ha encantado la Campana Hyowon!
Como Cristina, me tendré que apuntar al gimnasio para no morir en el intento…
jajaja, tendrá que hacer deporte!!! Pero ya veo que al final valió la pena!
Por lo menos la recompensa mereció la pena!
Bien… si decido ir a Corea antes me apunto al gym 🙂
Me ha gustado mucho la fortaleza, Olga. Parece un lugar interesante y oye, si mi hijo pilla el trenecito con forma de dragón, no lo bajamos de él. Ja,ja
La bebida de aloe-vera me da un poco de cosa, pero debe ser sanísima.
Un abrazo
Si, seguro que le encantaria XD cuando lo vi me quede boquiabierta!!
Qué buena entrada, estos asiáticos tienen su punto friki.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
Totalmente! aunque los ganadores absolutos del frikismo son los japoneses, creo hehe
Saludos!
wow, parece precioso pero cuantos escalones…
demasiados 🙁
Pues parece que el esfuerzo mereció la pena no? a mi me parece un lugar bonito ^_^ (aunque yo tampoco pago por tocar la campana xD)
En serio la bebida de Aloe está buena? xDDDD
Bueno info para la visita 😉
un abrazo!
La verdad es que estaba escéptica y fue Vicente el que la compro, pero al probarla no recuerdo que tuviera un sabor desagradable 😉
Y ya, igual, yo no quería tocar la campana (y menos pagando). Pero si quería ver a alguien hacerlo, buuu ni modo.
Saluditos!!