Visita a la Torre redonda de Copenhague. Edificio creado para ser observatorio. Hoy en dia ofrece bellas vistas a la ciudad.
Uno de los lugares que no hay que perderse en la capital de Dinamarca es la Torre Redonda de Copenhague (Rundertaarn), en la cual hay que tener buena condición física ya que se sube, literalmente, dándole vueltas. En este artículo te contamos cómo visitarla.

Información para visitar la Torre Redonda de Copenhague
¿Cuanto cuesta?
40 DKK (actualidado 2022)
¿Cuales son los horarios?
De octubre a marzo: todos los días de 10 AM a 6 PM, excepto los martes y miércoles que cierra a las 9 PM.
De abril a septiembre: todos los días de 10 AM a 8 PM
¿Se pueden tomar fotos?
Sí.
Toma en cuenta que la Torre Redonda de Copenhague no cuenta con elevador y por lo pequeño de algunas zonas ingresar con maletas no esta permitido.
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¿Por qué y quién la construyó?
La Torre Redonda de Copenhague fue construida en el siglo VXII. Fue uno de los muchos proyectos arquitectónicos del rey Cristian IV con el fin de ser un observatorio astronómico. Cuenta con un pasillo helicoidal que le da 7 vueltas y media hasta llegar a lo más alto.
Nuestra visita a la Torre Redonda de Copenhague
El camino hacía la torre
En el camino nos encontramos con un kiosco que vendía snacks, algo sencillo, pero el kiosco en si era muy llamativo (luego nos daríamos cuenta que había muchos como este por toda la ciudad). Recorríamos las calles danesas y conforme nos íbamos acercando a la torre era imposible no verla. Al entrar, lo primero que se ve es el interior de la iglesia que esta justo al lado de la torre (había una banda tocando).



Subiendo la Torre redonda de Copnehague
La torre tiene siete vueltas y media en total, y no queda nada mas que caminar por la espiral vueltas y vueltas hasta llegar a la cima. Por eso decía lo de la condición física.


Y aquí se ven los retretes que se utilizaban hace algunos ayeres. De hecho, contaron una historia de que por mucho tiempo la torre olía mal porque el deposito del retrete estaba lleno y tuvieron que dar varias vueltas con camiones para limpiarlo. Por suerte, hoy en día esos olores se han marchado. Así que no te preocupes, puedes visitarla sin miedo.

Llegando a la cima de la Torre Redonda de Copenhague
Y al llegar a la cima, la recompensa. Un bello paisaje de Copenhague.

Y después de admirar el paisaje por un buen rato llegó el momento de bajar, era menos doloroso.

Visitando la sala de exposición
La actual sala de exposición, a la cual solo se puede acceder por medio de la rampa de la torre, fue construida con el fin de ser una biblioteca universitaria. Hoy en día se pueden ver obras y se llevan a cabo conciertos.
En el momento en que la visitamos nos tocó ver una exposición de arte moderno. Lo que mas me llamó la atencion fueron unos maniquís vestidos con popotes. Luego en otra sala vendían souvenirs, por si te quieres comprar tu recuerdito en las alturas.


Saliendo de la torre
Al salir de la torre, nos sorprendió la lluvia. Estas llegan y se van rápidamente, pero hay que tener siempre listo el paraguas. Esto nos obligó a refugiarnos en una cafetería donde me tomé un capuccino y Vicente un chocolate caliente. Ademas pedimos un pastelito.
Dato curioso: ahí fue donde observé por primera vez que en las mesas al exterior de las cafeterías acostumbran poner mantitas para que la gente se puede sentar afuera y protegerse del frío. Algo nuevo para mi.


Relatos de otros viajeros sobre La Torre Redonda de Copenhague #postamigo
Lilián Viajera – La Torre Redonda está en Copenhague
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¡Pero bueno! Yo no vi esos kioscos tan curiosos 🙁
Me gustó mucho la torre y la calle que lleva hasta ella. Confieso: yo también compré chocolates….
Tu post me ha hecho revivir mi viaje Olga, gracias!
Oh en serio no los viste? que raro… nosotros cada rato nos los topabamos :/ a lo mejor este a~o les cambiaron algo, no se…
Hehehe los chocolates es que dan muchas ganas es inevitable caer hehehe
Saluditos!
Hola!, qué subidita, hace un par de días subí al Blarney Castle de Irlanda y lo mismo…. hermosas torres solo ante buena condición física, ya sé que tengo que ir al gym antes de visitar Dinamarca!
Con tantas bicicletas que hay en la ciudad te daran ganas de hacer deporte seguro, asi que ya estaras preparada para subirte a la torre 😀
Supongo que después de subir a la torre redonda, se siente menos remordimiento cuando te comes esos postres tan ricos 🙂
hehehe exacto ^^
No he estado en Copenhague, pero no dudo que iré más pronto que tarde. Tomo nota de tu recomendación de subida a la Torre y de los buenos pasteles que hay por allí.
Oh tienes que ir, Copenhague te gustara!!
Madre mía menudo chocolatero!!! Me apunto la combinación torre+chocolate para cuando visite Kobenaghen! 😀
Un saludo!
Después de la subidita ese chocolate nos cayo rebien hehehe
Me encanta Copenhague, pero no tuve la oportunidad de visitar la Torre Redonda. Bonito post. ¡Buen día!
Bueno, sera un pretexto para regresar 😀