El Palacio de Bellas Artes, un lugar emblemático de la Ciudad de México o CDMX, un lugar que por fin pudimos visitar, para poder disfrutar de los enormes murales, algunos de los cuales aparecían en mis libros de texto de la escuela. Te contamos como es la visita y la información para hacerla.
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Información para visitar el Palacio de Bellas Artes en la CDMX
¿Cuanto cuesta?
70 pesos y si quieren tomar fotos 30 pesos por cada cámara.
¿Cuales son los horarios?
Abierto de martes a domingo, de 11 AM a 5 PM
¿Se pueden tomar fotos?
Sí, pero hay que pagar 30 pesos como dije arriba
¿Como llegar?
Hay varias opciones para llegar en metro: estación Bellas Artes ya sea con la línea 2 (azul) o la 8 (verde).

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Un poco de historia
El origen de este palacio se remonta a las celebraciones del centenario de la Independencia de México, en ese tiempo la idea era remodelar el Gran Teatro Nacional de México pero finalmente se decidió construir un nuevo edificio y demoler el teatro.
Las obras del Palacio de Bellas Artes comenzaron en 1904 y al estallar la Revolución en 1910 la obra fue perdiendo velocidad hasta que en 1916 se suspendió. No fue sino hasta 1931 que el proyecto se reanudó, siendo finalmente inaugurada en 1934.
Los arquitectos que trabajaron en el proyecto fueron: Adamo Boari hasta que estalló la Revolución y en el periodo post-revolucionario el arquitecto responsable fue Federico Mariscal.

Visitando el Palacio de Bellas Artes en CDMX
Llegamos a la taquilla y ya de entrada impresiona el lugar por dentro. El edificio por dentro es de estilo art déco contrastando con el exterior que es de art nouveau. No me desagrada la combinación. El boleto que pagamos nos va a permitir visitar el interior del palacio, pero no la sala principal de espectáculos. Pero solo de pensar, en que podremos ver murales de Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros y Diego Riviera, entre otros, ya me emocionaba.
La altura del edificio es de 42.5 m hasta el techo, un poco más para la cúpula. En su sala principal se pueden recibir 1677 personas y cuenta con otras salas, de menor tamaño, donde se realizan exposiciones, presentaciones literarias y conferencias.
Me encantó ver la representación en art déco del dios Chaac, los mismos que pudimos ver en Chichén Itzá, Uxmal, entre otros sitios mayas. Se integra perfectamente en la decoración del edificio, dándole personalidad propia.




Museo del Palacio de Bellas Artes
Lo que nos interesa más de esta visita, es entonces, la colección de murales del llamado Museo del Palacio de Bellas Artes, que es la organización encargada de estas obras y de las exposiciones temporales. Les voy a mostrar algunas, ya que son muchas y queremos dejarles algo de sorpresa para cuando visiten el Palacio 🙂
Los primeros muralistas invitados a decorar el Palacio de Bellas Artes fueron Diego Rivera y José Clemente Orozco, ellos trabajaron al mismo tiempo y decoraron los muros del segundo piso, uno en oriente y el otro en poniente.



El gran mural hecho por Diego Rivera fue el El hombre controlador del universo, el cual fue censurado en el primer intento de Rivera por realizarlo en Nueva York. La razón de la censura era la presencia de Lenin, el cual podemos ver claramente en el mural que tiene en el centro a un obrero operando una máquina que “controla el universo”. En los dos lados podemos ver representados al mundo capitalista y al socialista, les dejo adivinar cual es cual.

En 1944 se invitó a David Alfaro Siqueiros para crear el tríptico titulado Nueva Democracia. Este mural representa el surgimiento de un nuevo régimen que destruye al viejo y opresor sistema totalitario. En el panel central, se puede ver la figura de una mujer, que tengo muy presente de mis libros de mi vida escolar. No puedo recordar exactamente en que libro y en que etapa (si fue la primaria o la secundaria), pero yo recuerdo que sí, fue una imagen que desde ese entonces no la pude olvidar. Transmite mucha fuerza. Y poderla ver en persona fue wow.
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Otras obras creadas por Siqueiros en el Palacio de Bellas Artes están relacionadas con Cuauhtémoc, la primera es la Apoteosis de Cuauhtémoc, esta celebra un episodio ficticio en el cual el dirigente se pone una armadura y vence a los españoles. Al parecer lo que busca representarse es un paralelismo con la historia contemporánea que representa a México liberándose de la política de Estados Unidos en los tiempos de posguerra. Un enorme mural al cual, incluso, batallé para tomarle foto a la figura de Cuauhtémoc completa por ser tan alta.

Es otro mural describe un hecho que desde siempre se sabe que es un hecho histórico, hasta se hacen bromas al respecto, esta muy metido en la idiosincrasia mexicana: la quema de los pies de Cuauhtémoc. Un hecho que muchos quisiéramos borrar, pero ni modo, ahí está. Siqueiros declaró el día de la inauguración de este mural:
“es un canto a Cuauhtémoc y una imagen de la lucha que tienen que sostener los pueblos débiles”
El Tormento de Cuauhtémoc capta el momento en que al gobernante mexica le queman los pies, esto para que revele el lugar donde se encuentran los tesoros de la gran Tenochtitlan. Cuauhtémoc soporta la tortura, aunque tiene un semblante resignado, por el otro lado el señor de Tlacopan, al lado, se muestra suplicante y con lágrimas de dolor. Un mural difícil de ver, pero que transmite muy bien la idea.

Para ayudarse en la visita
En el museo ponen a nuestra dispocisión algunas máquinas que nos ayudan a descifrar los múltiples elementos de los murales. La verdad es que si ayudan bastante, ya que a aveces no alcanzamos a captar que es cada cosa. Además de los dispositivos hay voluntarios que presentan los murales. Una chica muy amable nos ayudó a descifrar un mural de Tamayo al cual no le entendíamos mucho. Se trata del llamado México de Hoy.
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Otro mural que llama la atención por su combinación de colores y fuertes figuras es Katharsis de Jose Clemente Orozco, éste representa una alegoría sobre la guerra y la desintegración. Es por eso que se representan cosas como la lucha, el caos, la prostitución y las máquinas, con esto Orozco quiso describir esta situación por demás desastrosa.

Antes de irnos
Antes de irnos, pasamos a la tienda de souvenirs y nos dimos una vuelta por el pequeño museo llamado El Rincón del Tiempo donde podemos ver algunos artículos de la historia contemporánea de México, ejemplo, objetos sobre las olimpiadas del 68.

En el último piso del edificio, se encuentra el Museo Nacional de Arquitectura, este no lo visitamos ya que se necesitaba un boleto extra. Contiene exposiciones de reconocidos arquitectos mexicanos, entre estos modelos y fotografías de obras importantes.
¿Sabías que? en el Palacio de Bellas Artes se han realizado los funerales de personalidades del arte y la cultura. El primero fue el muralista Jose Clemente Orozco, algunos otros que han pasado por el Palacio han sido Frida Kahlo, Octavio Paz, Gabriel Garcia Márquez, Juan Gabriel, José José y muchos más. Un gran reconocimiento.
Y se llegó la hora de dejar el Palacio de Bellas Artes, un lugar que había visto en la televisión desde hace mucho y que por fin pude ver en persona por dentro.
El Palacio de Bellas Artes es un lugar que no hay que perderse si pasas por la CDMX.

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Me encanta el Palacio de Bellas Artes. Es un lugar hermoso. Nunca he tenido la oportunidad de asistir a un concierto y apreciar su acústica, pero estoy segura que es maravillosa.
A mi en lo personal me encanta ir al Sears del Centro Histórico y tomar un café en la Finca Don Porfirio, localizado en el último piso, tomar un café mientras disfruto de la vista completa del Palacio de Bellas Artes.
¡Es un must que debe acompañar tu visita!
Hola Stephani,
Así es, es un punto ideal para poder seguir admirando el Palacio de Bellas Artes.
¡Saludos!