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¿Qué ver en el paraíso de Cayo Zapatilla?

¿Buscas un lugar paradisíaco para visitar? No busque más allá de Cayo Zapatilla en Bocas del Toro, Panamá, aquí te contamos qué se puede ver.


Cayo Zapatilla es un grupo de dos islas deshabitadas, rodeadas de un arrecife de coral, ​ situadas al este de la Isla Bastimentos, en el archipiélago de Bocas del Toro. Es conocida por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y vegetación exuberante. Te invitamos a descubrir lo que puedes ver durante un recorrido por este paradisiaco lugar.

Después de la enorme emoción de ver delfines tocaba el turno de explorar uno de los dos Cayos Zapatilla. En este lugar esperaba encontrarme con paisajes paradisiacos, pero lo que me atraía como mosca a la miel era la posibilidad de encontrarme a más fauna panameña. ¿Logré encontrarme con más animalitos lindos? ¿Esos paisajes eran realmente paradisiacos?, aquí les muestro.

¿Por qué Zapatillas?

Resulta que cuando viene uno llegando a lo lejos se ven las dos islas pequeñas, una al lado de la otra, y asemejan a un par de zapatos esperando para ser usados. Esa fue la explicación que me dieron, y como lo vi con mis ojos, ¡me convenció!



¿Dónde se encuentran los Cayos Zapatilla?

Se encuentran al este de la Isla Bastimentos y dentro del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos. Al llegar me explican la situación del Cayo que estoy visitando (el número 2). Hay que tener en cuenta que estas islas están deshabitadas, los guardias se quedan solo unos días y luego son relevados por lo que no hay comercios ni nada de nada.

Todavía no llegaba la lancha al cayo y las aves marinas me daban la bienvenida, pude ver un pelícano volando muy muy bajo y otra ave que volaba hacia una mini isla en la cual apenas cabían dos palmeras. Me regalo una imagen paradisiaca adelantando lo que vería después.

Dándole la vuelta al Cayo Zapatilla

Si se dispone de tiempo limitado en el cayo hay que tomar la decisión: ¿mar o isla?, teniendo en cuenta que se puede ver fauna en las dos se vuelve una elección difícil. En mi caso escogí la isla, la quería recorrer para ver con que animales me topaba (por ejemplo nuestra amiga viajera Vero escogió quedarse en el agua). Así comencé a darle la “vuelta” al cayo zapatilla.  Lo admito, no le di la vuelta propiamente dicha, pero sí que salí del otro lado, ya verán.

Empieza la caminata por un camino más o menos definido en el cual de vez en cuando aparecen puentes de madera. Hay que poner atención por donde se pisa, tanto por no aplastar a alguien o porque en algunos lugares los puentes tienen algunos agujeros.

Mariposas

Entre el suelo, el cielo, ver alrededor y caminar al mismo tiempo casi me mareo, pero de nuevo es muy emocionante andar sin saber que es lo que se va a aparecer y lo primero que llega es una mariposa de color naranja-café. Ahí estaba sobre una hoja, así que fue relativamente fácil fotografiarla. El problema me llego con otra mariposa que vi justo después, era AZUL y ENORME, era esa que había visto en los dibujos de fauna y flora del museo del Canal de Panamá. Estaba feliz de poderla ver, pero triste de no haber alcanzado a tomarle foto, ya que voló rápidamente.

Mariposa

Arañas y libélulas

El siguiente animal con el que me encontré fue un insecto, una araña. Hasta ahí suena bastante banal, pero es que esta tenía una red enorme y ella misma era bastante grande. Muy bonita (dependiendo de la situación este insecto me puede crear miedo o fascinación, en este caso era lo segundo). Otra cosa que pude observar en el camino era lo que ocurría con los troncos de los árboles caídos.

En la naturaleza no se desperdicia nada, así que los troncos que ya no son árbol dan raíces y le salen a su vez más troncos. Ya sé, suena raro y si no lo hubiera visto en persona no lo hubiera podido creer. En el camino me topé con un insecto que me ha encantado (y no me da miedo) desde que soy niña: libélulas. Pude ver unos enormes ejemplares rojos posando.

Y después de caminar, caminar, de repente se ve el mar de nuevo, oh habíamos atravesado la isla, las playas eran totalmente paradisiacas, no había nadie, él arena era blanca y los únicos que tomaban el sol eran los troncos caídos que terminaron ahí sin querer. Me tomé un momento para observar el paraíso.

En alguno de los troncos que quedaron de pie pude ver a un ave de colores amarillentos, por desgracia no la pude distinguir muy bien pero ahí estaba. Otra cosa que vi fue que en el piso se podían ver montañas de cocos que se acumulaban ahí. Algunos estaban ya secos.

Ermitaños

Las dos escenas más insólitas de la vuelta al Cayo Zapatilla llegarían al final. Me encontré con unos ermitaños en una escena algo caótica, primero parecía que eran dos en pleno apareamiento, pero luego me percate de que había un tercero en la escena, así que ya no supe si más bien se trataba de un robo de concha, cosa que sucede con estos animalitos que necesitan de una buena protección.

La víbora bejuca

La otra escena me la regaló una víbora bejuca u oxybelis aeneus la cual se paseaba sin preocupación gracias a su perfecto camuflaje que lograba confundirse entre las lianas (o bejucos) y apenas localizando su cabeza se podía saber que se trataba de esta víbora que no es venenosa y se alimenta principalmente de lagartijas. Cosa curiosa: existe en México, pero jamás la he visto allá. Tuve que venir hasta Panamá para poder verla.

Antes de despedirme del Cayo Zapatilla, como no, salude a sus aguas ( pero no me dio tiempo de nadar, ni modo).

Otro lugar paradisiaco de Panamá es San Blas, Fran nos deja algunas de las razones que la convierten en lo mejor del caribe.

Queremos dar un agradecimiento a la Autoridad de Turismo de Panamá bajo la Coordinación del departamento de Comunicaciones Internacionales por el apoyo brindado durante la realización de este viaje.

Tengan siempre presente que a pesar de la colaboración realizada en este viaje todas nuestras opiniones e impresiones son totalmente libres.

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Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.

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