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Sí, yo también lo deje todo…

Reflexiones de como se deja todo y se vuelve a empezar. Así empezamos el 2016.


Este es el primer artículo del 2016, este año tiene un gran significado para mí, ya que se cumplirá una década de haber empezado a escribir este blog.

Pero hay mucho más detrás de escribir en él.  Si me conoces desde aquellos tiempos probablemente lo sabrás y no es necesario explicar mucho más. Pero después de tanto tiempo seguramente muchos de los que leen este humilde sitio ni me conocen, ni saben de mi vida o si me conocen es de hace menos tiempo y no estuvieron durante las tribulaciones que pase para cruzar el charco por primera vez.

Y es que vengo teniendo una reflexión desde hace tiempo que quería plasmar aquí. Porque los que me conocen de “poco” (o sea menos de diez años) podrían pensar que soy una persona “normal” establecida, con trabajo, casa, lo “normal” pues. Pero es que yo no me siento así. Lo que esas personas no saben es que aunque no parezca ahora yo soy de esas que dejaron todo para ir por algo incierto. Incluso durante un tiempo yo misma no caí en cuenta de ello.

Me explico:

Varias ocasiones leí historias inspiradoras de gente que dejó su trabajo, vendió todo y se fue a dar la vuelta al mundo, a emprender un proyecto o incluso a vivir en el campo (cansados de la vida de ciudad) en resumen perseguir sus sueños. El caso es que como ocurre con otros temas, uno no se da cuenta de lo que tiene… Me decía “que lindo y admirable” sin darme cuenta de que sí, yo también lo hice. Yo también dejé todo. Para bien o para mal pertenezco a ese grupo de seres humanos que se atrevió a cambiar algo relativamente seguro por perseguir un sueño.

Esto nunca lo plasme realmente aquí porque el blog comenzó una vez que ya estaba hecho: ya estaba del otro lado del charco…  Pero ahora si lo cuento con detalle (tal vez ya no tiene mucho caso porque paso hace casi diez años, pero tiene mucho significado para mí).

Y esta era yo, una joven egresada de ingeniería informática, conseguí trabajo en una empresa que ofrecía bastante estabilidad (algo difícil de encontrar) y hasta pude comprarme un auto de agencia a crédito. Desde hace mucho tenía la inquietud de continuar mis estudios, pero haciéndolos fuera de mi país para aprender lo que era. Para mí ir a Italia era un sueño que me parecía imposible (así suelen parecer los sueños). En un momento de iluminación pensé: ¡puedo continuar mis estudios en ese país! Me puse a estudiar italiano, ahorre dinero durante dos años, hice trabajos freelance además de mi trabajo normal, trabajaba muchas horas, pero tenía el objetivo bien claro: ir allá y necesitaba muchos euros.

Como todo tenía amigos que me apoyaban y otros que me decían que estaba loca,  que para que iba tan lejos…

Resumen: junte todo el dinero que pude, vendí mi automóvil (que por suerte ya había terminado de pagar), renuncié a mi trabajo (imagínense que mi jefe me decía que para qué estudiaba italiano, que eso no me serviría de nada… Tremenda sorpresa se llevó cuando dije por qué renuncié), me inscribí en la Politécnica de Turín y allá me fui…

Estando ahí mi mundo cambió completamente, ya estaba por fin en Italia. Eso sí, vivir ahí ayudo a que muchas de las cosas en las que la había idealizado se fueran. Es un país que me sigue gustando mucho, pero ahora sé lo que hay. Por azares del corazón terminé en Francia (aunque no tanto por el sí no porque aquí tenemos trabajo) y por suerte hoy por hoy puedo decir que tengo un trabajo que me gusta hacer, a mi manera contribuyo a la industria del turismo no solo como viajera, sino desde adentro… Es emocionante.

Y aunque ahora tenga mi almohada en Francia, para bien o para mal me sigo sintiendo “de fuera” la ventaja de ello es que es como si estuviera siempre de viaje… No sé cómo explicarlo, pero es así, aunque a veces puede aburrir ser siempre el “diferente” a la vez sería hipócrita de mi parte decir que no he buscado siempre eso… Ser diferente/rarita/fuera de lugar/como prefieran llamarle.

Lo que sucedió después de lo que les acabo de contar ya es historia y esa si la pueden leer acá en nuestro blog Charcotrip… 30 países, muchas vivencias, incontables aprendizajes y sueños cumplidos. 

Solo quería compartir mi historia.

Hacia donde nos llevara la vida...
Hacia donde nos llevara la vida…

PS: no se preocupen, este artículo es como una vuelta atrás antes de comenzar el 2016, pero el blog sigue siendo de viajes. Les seguiré contando de muchos lugares de los que aún no les he hablado, anécdotas y demás.

Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.

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