Un guardia en Londres que permanece inmóvil a pesar de que todos se acercan.
Este guardia en Londres tenia que estar ahí de pie y sin moverse. Todos podían tocarlo, tomarle fotos, acercarse, hacer bromas, etc. Pero el debía seguir en su posición y serio. ¡Que valor! y que nervios de acero para no ponerse a golpear a todo mundo, o darles con la espada. O por lo menos echarse a reír. Y claro, yo como casi todos los que pasan por ahí, también le tome foto.
¿Ustedes creen que podrían hacer un trabajo así?
[…] ahí caminamos de nuevo hacia el Big Ben, pasando por la casa de los guardias en donde había guardias reales en la puerta que NO SE MOVÍAN. Podías acercarte, tomarte foto con ellos y ni se inmutaban. […]
¡Yo no aguantaría ni cinco minutos!