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Museo de las papas fritas (o Frietmuseum) en Brujas

¿Te gustan las papas fritas? a nosotros sí, un montón. En esta visita, te vamos a llevar por un museo, de la ciudad de Brujas, dedicado enteramente a las deliciosas papas fritas en el cual vamos a adentrarnos en el origen de esta fritura y a desmentir algunos mitos que giran alrededor de ellas 😀 (cuidado, te va a dar hambre).

¿Dónde está el Museo de las papas fritas?

Este singular museo se encuentra en la ciudad de Brujas, Bélgica en un bonito edificio antiguo, llamado Saaihalle. Todo esto a pocos pasos de la Plaza Mayor (Markt).

Datos para visitar el Frietmuseum

Horarios de visita: todos los días de las 10 AM hasta las 7 PM. Ya no se podrá entrar 45 minutos antes del cierre. Compra aquí tus entradas por adelantado, para evitar filas.

Costo: 7 euros para adultos, 6 para estudiantes y 5 para niños de entre 11 y 6 años. Menos de 6 años entran gratis.



Visitando el Museo de las papas fritas

En este museo se cuenta la historia de las papas, centrándose en la modalidad de papas fritas y las salsas que la acompañan. Hay que tomar en cuenta que al final de la visita se podrá acceder a una cafetería donde podremos degustar unas deliciosas papas fritas, con nuestro boleto de entrada tendremos 0.40 centavos de descuento en nuestro cono.

Si es tu primera visita a Brujas, una buena opción para ubicarte mejor es reservar este free tour por la ciudad ¡Gratis!

¿De dónde vienen las papas?

En la primer parte de la visita, se centran en el país de la papa: el Perú. Ahí veremos algunas de las diferentes variedades de papas y hasta nos cuentan historias populares, como por ejemplo aquella que dice que hay una papa que recuerda a los ojos de una mujer, o la papa “Yuraq Llumchuy Waqachi” de la cual se dice que cuando una chica es capaz de pelarla, quiere decir que ya puede casarse.

Las papas llegan a Europa

Caminamos más adelante y nos hablan de la llegada de las papas a Europa, nos cuentan, por ejemplo, como estos tubérculos se convirtieron en una pieza clave de la alimentación en Irlanda. Al caerles un hongo que destruyó los cultivos de papas, esto ocasionó un periodo de hambruna. Así pues, nos muestran algunos de los insectos, que también acechan a la papa.

De hecho, en el museo nos encontramos con un divertido juego interactivo en el cual puedes disparar a las plagas que acaban a los cultivos de papas XD es bastante gráfico:

Las papas fritas en la cultura belga

Después nos encontramos con otra sala, en la cual podemos ver como las papas fritas forman parte integral de la cultura belga. Algo que hará total sentido en dos salas. Nos encontramos con programas de televisión, con comics y productos varios. Hasta nos muestran un vídeo de un envío de un cono de papas fritas al espacio O_O

El cabaret del museo de las papas fritas

Y llegamos a una sala que me encantó, el “Fritt’ Kabaret” en donde podemos encontrarnos con una papa frita y una papa entera cantando :D. En sus canciones nos dicen “somos papas fritas, pero no francesas” o “fríenos una vez, dos veces”, frases que nos iban preparando para lo que venía justo después. Todo de manera muy didáctica y divertida, la canción es muy pegajosa 😀

Además, en esta sala, podemos ver fotos de celebridades con figuras de papas fritas. Me llamó la atención la foto de Jean-Claude Van Damme, el cual es belga.

¿Por qué se les llama papas a la francesa?

Y llegamos a la sala donde nos cuentan algo que algunos ya saben: las papas fritas no son francesas. Son belgas.

De hecho hasta nos explican como surgieron: resulta que la gente que pescaba para alimentarse, solían pescar una especie pequeña, la cual freían y así la consumían. Resulta que hubo un invierno muy fuerte y el río se congeló, lo cual orilló a sustituir a esos pescaditos por papas, dándoles la misma forma: delgados y alargados, al freirlos hicieron que las papas fritas nacieran.

Y el siguiente punto es ¿por qué se les llama papas a la francesa? esa confusión viene de los Estados Unidos. Esto sucedió durante la Segunda Guerra Mundial, al parecer soldados estadounidenses recibieron papas fritas de parte de soldados que hablaban francés. Los estadounidenses creyeron que se trataba de soldados franceses y de ahí parece haber salido el nombre erróneo.

Los puestos de papas y la maquinaria

Después pasamos a una sala donde podemos ver maquinas antiguas relacionadas con la elaboración de papas fritas. Por ejemplo, vemos una peladora de papas que promete pelar 6 kilos en un minuto. También vemos una maquina expendedora, ya descontinuada. Además, podemos entrar a una réplica exacta de un puesto de papas fritas, este mismo se puede ver el la Plaza Mayor.

Como dato curioso, la licencia para estos puestos cuesta ¡100,000 euros al año!

Para terminar, nos encontramos con un vídeo donde explican como se preparan. Una de las cosas que me llamó la atención es que las papas fritas se deben meter en el aceite ¡dos veces! (por eso cantaban eso en el Fritt’ Kabaret). Tengo que admitir que casi nunca cocino mis propias papas fritas, siempre las compro y he de decir que en Bélgica son más sabrosas que en cualquier otra parte (y sus salsas son deliciosas también).

Y si tienes hambre…

Y antes de irnos, no podemos dejar de comernos un conito de papas fritas. Después de haber pasado casi dos horas viendo papas por todas partes, es imposible no tener ganas de comerlas 😀 es un cierre delicioso a esta visita en la que nos divertimos y aprendimos sobre un alimento que consumimos bastante.

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Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.