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¿Cómo llegar a la Isla de Porquerolles y qué ver?

Nos vamos a visitar una isla del Sur de Francia, en el Var. Es pequeñita y tiene menos de mil habitantes, pero cuenta con varios lugares que merece la pena visitar y unas lindas playas. No te cuento más, mejor vente con nosotros a la Isla de Porquerolles, te contaremos cómo llegar y qué se puede ver.

¿Cómo llegar a la Isla de Porquerolles?

Para llegar a la Isla de Porquerolles, el único modo es: tomar un ferri. Lo puedes tomar desde el puerto “de la Tour Fondue“, que se encuentra en la localidad de Hyères.

Consulta los horarios aquí. Los precios dependerán del mes en que viajes:

De abril a octubreDe mayo a septiembreDe noviembre a marzo
22 €24 €17.70 €

¿Dónde dormir en la Isla de Porquerolles?

Tal vez prefieras quedarte a dormir en la Isla de Porquerolles, para disfrutar de la tranquilidad que llega una vez que la mayoría de los visitantes tomaron el último ferri del día. Para esto tienes varias opciones, como el Hotel Les Medes, ubicado cerca de la encantadora iglesia Saint-Anne, o el Hotel Villa Sainte Anne, también situado en un sitio céntrico, los cuales ofrecen una experiencia encantadora.

Si quieres probar una experiencia diferente, mientras te hospedas en la isla puedes optar por dormir en un bote.

¿Qué se puede ver en la Isla de Porquerolles?

El centro del pueblo (puerto, iglesia, etc.)

En el centro del pueblo, se puede visitar el puerto, la pequeña iglesia Sainte-Anne, sus calles, en las cuales hay que decir que hay muy poquitos automóviles.

En la isla no están permitidos, salvo algunas excepciones y solo para los lugareños.



Molino de la felicidad

Se trata de un viejo molino, que estuvo bastantes años inactivo. En el 2007 se restauró, gracias a una asociación que buscaba preservar el patrimonio de la isla. Tuvimos la suerte de poder visitarlo y a pesar de ser pequeño, es muy interesante ver lo que hay por dentro. Casi todo lo que se ve dentro es de madera, ya que se reconstruyó como era originalmente.

Fuerte Sainte Agathe

El fuerte nos da la vista del pueblo y el mar. Tiene una posición privilegiada. Pues sí, por eso lo construyeron ahí, que permitía tener bien vigilado todo. Sus muros son de unos 4 metros de ancho y en sus salas, actualmente, se exponen aspectos de la historia de la isla.

Visitarlo vale la pena, ya solamente por las vistas, pero también es una máquina del tiempo a otras épocas bastante más turbulentas.

El fuerte se encuentra dentro del área del “Parque nacional de Port Cros”.

En la isla existen otros fuertes, pero no los pudimos visitar: fuerte de la Repentance, fuerte de l’Alycastre, fuerte du Grand Langoustier y fuerte du Petit-Langoustier.

La vista desde el Fuerte

En esta isla, lo ideal es realizar caminatas en medio de la naturaleza. Hay que tener los ojos siempre abiertos para no dejar pasar encuentros con la flora y fauna. También se puede recorrer en bicicleta.

Playas

Como es de esperar, la isla cuenta con playas muy bonitas y variadas, eso sí, no podemos decir si son igual de agradables en temporada alta, ya que nosotros las vimos cuando ya había pasado la temporada más alta de turismo.

El mar es de un color azul muy bonito, característico de la costa azul.

Si después de visitar Porquerolles, sigues con ganas de más mar azul (no te culpo, porque es muy bonito), puedes tomar este paseo en barco por la bahía de Hyères.

Tengo que admitir que no recuerdo el nombre de la playa en la que estuvimos, de hecho en ese momento no me había dado cuenta de que tenían nombre, aquí les dejo los nombres de las playas más bonitas de la isla que pude encontrar ahora:

  • Plage d’argent: una de las más bonitas de la isla, según dicen. Es de arena y es una de las más populares (lo que también se traduce en: con más gente).
  • Plage noire du Langoustier: cercano al fuerte de Langoustier, su nombre se debe a lo oscuro de su arena. Esta playa es menos concurrida, ya que toma algo más de una hora llegar desde el pueblo.
  • Plage Notre Dame: esta playa fue nombrada en 2015 como la más bonita de Europa, con eso les digo todo.
  • Plage du Langoustier: esta no es de arena oscura y de igual modo es cercana al fuerte de Langoustier.

Durante el rato en el que estuvimos en la playa, pudimos observar unas gaviotas que iban y venían para posarse en el agua y dejarse llevar por las olas. Era relajante observarlas.

Después de un rato, nos fuimos hacia el embarcadero. No queríamos perder el ferri de regreso, que después solo queda como opción el taxi marítimo y no quería saber cuánto costaba (pero me imaginaba que muy caro).

Ya en el camino de regreso a casa, nos detuvimos un momento para fotografiar el bonito atardecer con el que despedimos ese día en la Isla de Porquerolles.

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Olga Grijalva

Soy una viajera y creadora de contenido de viajes con 18 años de experiencia. Mi objetivo es compartir información útil para ayudarte a planear tus aventuras. He visitado más de 40 países y estoy emocionada por compartir mi experiencia contigo.